VIVIR SIN MIRAR HACIA ATRÁS...

... NI HACIA DELANTE.


La vida es una constante de ilusiones. Sin ellas no se puede avanzar.
Cuando eres pequeños son los juguetes, creces y te orientas a los amigos, después hacia aquello que te da sentido de pertenencia a ALGO, hacia el sexo, los viajes, los trabajos, la comida... qué sé yo.

Mientras, la muerte acecha.
Es ALGO que llegará, se sabe de antemano, pero nunca la vemos cerca.
Los demás, la familia, y aunque nos golpee seguimos y se queda atrás nuevamente.
De pequeño deberíamos aprender a aceptar ese paso.

La muerte nunca me importó demasiado, la acepté como paso tal y bueno,
personalmente creo que esta vida es para crearse ALGO (llamémosle "alma" o como se quiera),
y que después nos perdurará, aunque no sabría explicar bien el proceso.

En los últimos años la muerte cercó a los míos, llevándose a más de una persona importante para mí. Pronto vendrá a por otra y posiblemente el siguiente en partir sea yo.
Pienso en el futuro, las cosas que se soñaban... y me duele que sea ahora que he encontrado con rotundidad ese ALGO llamado "amor" cuando pueda llegar el momento.

Desde que acepté que mi corazón no es un producto de primera calidad, me esforcé en seguir mi vida y apostar porque no sería mi corazón fallón el que me derrotaría.
Queda ALGO de tiempo para ganar la batalla, pero el cáncer aniquila con fuerza y no muestra sus cartas hasta que se ve como ganador de la partida.

Pero las ilusiones, lo que fui, lo que soy y lo que quiero ser son ese ALGO para ir día a día
reuniendo fuerzas para afrontar todo como sea.

La cabeza ahora más fría que nunca.
El corazón aún caliente...
...y la mano señalando al cielo.